martes, 19 de noviembre de 2019

Aloe saponaria_2_XANTHORRHOEACEAE








Experiencia 1_Cultivada a pleno sol en terraza cálida, Aloe saponaria resultó una planta de muy fácill cultivo. El problema que conlleva esto es que se desarrolla mucho y por lo tanto consume el sutrato con rapidez convirtiéndolo en un entramado tupido de raíces y rizomas con retoños que dan vueltas alrededor del tiesto. Con el tiempo el sustrato pierde los nutrientes y la textura original y se vuleve inservible, acarrreandole a la planta una pérdida tamaño y verdor debido a la excesiva proliferación de los retoños que no cesan de surgir de la base de la planta o del sustrato de la maceta. Además, presenta el problema de que los bordes de las hojas lastiman y arañan la piel cuando realiznmos esfuerzos al sacar los esquejes o las malas hierbas. La falta de riego hace plegar las hojas sobre si mismas y se cierran dando un aspecto más espinos y rojizo al conjunto. Con la sequedad, las puntas de las hojas se tuestan y retuercen pero cuando reciben agua de nuevo se vuelven a mostrar turgentes y con aspecto menos espinoso y más verdoso. Cabe destacar que los ejemplares solitarios de gran tamaño generaron grandes inflorescencias, al contrario que los ejemplares llenos de retoños que mermaron el desarrollo de la plantas madre y generando inflorescencias mucho más sencillas.

Experiencia 2_ Cultivada a pleno sol en rocalla, A. saponaria sufrió mucho por el frío del invierno, recordando que es planta de calor. No obstante resistió heladas que la diezmaron mucho por congelación de sus hojas pero rebrotó sin problemas en la primavera, volviendo a mostrarse perfectas en pleno verano. Precisó librar de piedras grandes el suelo donde se plantaba por que de lo contrario no desarrollaba; le gustó crecer sobre una buena profundidad de tierra. LLamó la atención la escasez de retoños que produjo cuando se cultivó en el terreno frente a la cantidad de ellos que produjo en el cultivo en maceta. La proliferación de malas hierbas de gran tamaño le perjdicó mucho, hubo que eliminarlas constantemente por que la planta no puede competir con ellas en climas húmedos. Toleraron muy bien el sol directo.

Experiencia 3_ Cultivada en invernadero, A. saponaria creció muy bien y se formaron plantas muy homogéneas de un color verde atractivo, sin ápices resecos en las hojas. Soportaron bien el exceso de calor. Lo que sucede es que si se sacan al exterior brúscamente, estas plantas sufren con la exposición directa al sol, especialmente si se las expone en horas de fuerte insolación. Fué necesario realizar este proceso gradualmente. Si no se tiene en cuenta esto, las quemaduras pueden ser muy fuertes y afectar a la parte media del haz de la hoja. No obstante, con el tiempo la planta acaba recuperándose. En el cultivo en maceta en invernadero también produjo muchos retoños. Es planta de crecimiento rápido y resistente por lo que es buena para experimentar con ella el efecto de los abonos.