Esta planta es delicada con la coincidencia de calor y agua (no estos dos factores por separado). En verano es fácil que pudra con el agua de riego superficial que encharca el cogollo de crecimiento. Esta podedumbre puede acabar con la planta. A veces se daña el extremo y la podedumbre se limita a esta pequeña zona. En estos casos rebrota en su proximidad y genera una o más nuevas rosetas que al venir tardías genera dos tamaños en la planta: la parte basal con hojas más grandes por ser la parte que queda de la roseta madre y la zona central superior más pequeña por ser del retoño o los retoños crecidos como respuesta de supervivencia. Esto es algo común que se ve en cultivos con riego superficial. En grandes masas de pequeñas plantas se suelen ver algunos ejemplares fallidos debido a este problema.
Por el contrario, en invierno, la capacidad de resitencia al agua de lluvia es patente y sorprende. Cuando en verano la dañaba el agua, en invierno la planta la tolera. Problamente en su hábitat ocurra lo mismo y es en invierno cuando los hongos putrefactores debido al frío se encuentren inactivos y es cuando la planta aprovecha para beber y desarrollar para luego permanecer en reposo o durmiente en la estación calurosa.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que determinados recipientes como los de plástico pueden dificultar el cultivo si no se calcula bien el riego debido a que este material dificulta la evaporación del agua retenida en el sustrato de la maceta. Regar lo justo y siempre en bandejas para evitar mojar los cogollos solucionan este problema, así las raíces aspiran la cantidad necesaria de agua de la parte inferior del sutrato sin dañar la parte superior de la planta. Pero macetas de barro sin tener estas mismas precauciones controlando el riego pueden igualmente pudrir la planta o secarla en exceso en la estación calurosa. Es preciso observar todo esto para aprender. La calidad del sustrato en todas las plantas y especialmente las suculentas juega un papael fundamental a la hora de facilitar el drenaje y conseguir airear la masa radicular evitando los microbios putrefactores.
El sutrato y el tamaño de la maceta juegan un papel importantísimo en el cultivo de todas las plantas crasas. Sustratos de partículas muy finas (dificultando el drenaje) retendrán el agua mucho más que los sutratos de partículas de mayor grosor (facilitando el drenaje). Pero también cuando se tiene un sutrato preparado que consideramos óptimo influirá paralelamente el tamaño del recipiente. Con ese sustratro preparado la maceta mayor (mucho volumen de sustrato) retendrá más agua que la menor (menor volumen de sustrato). Uno debe aprender cuál es la relación tamaño de la maceta / tamaño de la partícula que mejor convenga a cada especie que se cultive.